Declaración de un rumbero

Want create site? Find Free WordPress Themes and plugins.

Nací con un montuno
aullando la medianoche,
un trombón serenatero
y un elepé me arropaban.

En mi bautizo Héctor Lavoe
me enseñó a bucear.
Mi madre le grita al cura:
«¡cógelo suave que no es merengue!».

Me hice pirómano en el 23.
Marcela, mi primera novia,
fue testigo de mis travesuras incendiarias
con un ritmo que atravesaba
planchones y lavaderos;
cocinas con vela de cebo
y rascacielos de dos pisos.

En la pista fui bravo entre los bravos
rompiendo baldosas a pulso de campana.

Cuando la canción se acabe
y mi muerte se aproxime
como un bolero difícil de interpretar,
que me velen en una verbena
con guarachas señoriales
y que en mi testamento
la gozadera se vuelva ley:

¡La rumba continúa
aún después de la sepultura!

También podría interesarte: Yo era feliz tocando guaguancó

Did you find apk for android? You can find new Free Android Games and apps.

Comenta

comentarios